Fuente Radio Universidad de Chile. Febrero de 2010. Cómo la transnacional minera ha ido generando redes de poder en Chile y en el mundo para seguir adelante con sus proyectos y cómo, pese a todo, la comunidad que se opone a Pascua lama sigue resistiendo.
La prioridad de la industria minera en el desarrollo económico del país es de larga data y, aunque fue en la Constitución que impulsó Pinochet en 1980 donde se sentaron las bases de este tipo de economía, los proyectos mineros transnacionales comienzan a concretarse a partir de los primeros meses del primer gobierno de la Concertación en 1990, con Patricio Aylwin a la cabeza. A dos semanas de haber asumido surgieron leyes aún más favorables para la industria extractiva. De ahí que exista la hipótesis que nuestro país negoció el subsuelo nacional y sus minerales a cambio de terminar con la dictadura.
Eduardo Frei Montalva (también demócrata cristiano) chilenizó el cobre a fines de los sesenta y luego Salvador Allende lo nacionalizó con la unanimidad del Congreso Nacional. Diecisiete años después, Aylwin justamente de la DC (pero en concertación con el PS y otros partidos), dejaba el territorio nacional a la merced del mercado y la mano invisible de las transnacionales.
Barrick llegó a nuestro país ofreciendo tanto, que algunos hasta la han confundido con una empresa o fundación de beneficencia. No sólo ha comprado concesiones mineras, acciones de agua y entregado dinero en forma de ambulancias, fondos de desarrollo sustentables a algunas municipalidades y becas para estudiantes destacados, también ha firmado convenios con departamentos regionales de algunos ministerios (como el FOSIS y la JUNJI), ha creado proyectos con fundaciones de beneficencia como la Teletón y la de Iván Zamorano, e incluso, puso en jaque a la Iglesia cuando Un Techo para Chile y América Solidaria, ligada a la Compañía de Jesús se comprometió con Barrick a desarrollar un proyecto para mejorar la calidad de vida en el Valle del Huasco, en abierta contradicción con la comunidad religiosa de la zona, que lleva más de diez años declarando su oposición a Pascua Lama, rechazando incluso dineros de Barrick. Todo eso sin contar con los innumerables campeonatos deportivos, capacitaciones y libros que llegan al Valle con su firma detrás. De esta forma, Barrick ha ido comprometiendo a su favor a dirigentes locales y nacionales, organizaciones sociales y políticas. Todo con el único objetivo de explotar el yacimiento más importante que posee en el mundo y que hoy se avalúa en tres mil millones de dólares.
El agua vale más que el oro
En el Valle del Huasco viven poco más de 70 mil habitantes dedicados, principalmente a la agricultura y a la ganadería. Pese a estar en el desierto más árido del mundo cuentan con ríos que les permiten desarrollar estas actividades que dan trabajo a más de siete mil temporeros y temporeras cada año.
Desde los niños que juegan en los ríos, hasta los ancianos que toman mate a la sombra de los árboles, todos han sentido la presencia de Barrick en el Valle del Huasco. La comunidad está dividida porque ha penetrado en la vida cotidiana con el dinero inmediato, con el mejoramiento de calles y puentes, entrega de computadores a los alumnos de escuelas rurales, wi fi gratis a los habitantes de Alto del Carmen y un sin número de "beneficios" que llegaron "gracias" a Barrick, que parece más eficiente que el burocrático Estado.
Esta división de la comunidad solo ha sido posible por el camino que ha tejido Barrick en Chile, pero que deviene de un poder internacional.
La red transnacional se compone de personajes en todos los continentes. Algunos han sido investigados por estar involucrados en narcotráfico, tráfico de armas, lavado de dinero, tráfico de influencias y presiones ilegítimas, como el árabe Adnan Khashoggi, quien debió dejar la recién fundada Barrick a mitad de camino cuando, luego de aparecer como triangulador en el tráfico de armas del escándalo Irán-Contras en Nicaragua, fue apresado en 1989 en Suiza, por estar involucrado con la fuga de 684 millones de dólares del Tesoro Filipino. No cumplió su condena en Nueva York porque su socio fundador y presidente de Barrick, Peter Munk, le pagó una fianza avaluada en unos cuatro millones de dólares.
Desde entonces, el judío Peter Munk tomó el mando de la transnacional canadiense y ha negado toda relación entre Khashoggi y Barrick. Tal vez por eso pusieron como presidente ejecutivo a Aaron Regent en diciembre de 2008, dejando a Munk más silencioso, y así Regent pusiera un aire nuevo a la transnacional más importante del rubro.
Otros nombres que asoman son los ex mandatarios norteamericanos George Bush padre (EEUU) y Brian Mulroney (Canadá), ambos pertenecientes al Honorable Consejo Asesor de Barrick. También el magnate de las comunicaciones latinoamericano Gustavo Cisneros comparte la Junta Directiva y el Consejo Asesor Internacional con ellos y, lo hacía con el chileno Andrónico Luksic (que murió el 2008), y que dejó como herencia a su hijo Jean Paul encargado de Antofagasta Minerals, actual socia de Barrick en la explotación del proyecto minero Reko Diq en Pakistán.
Este es sólo el comienzo de una extensa red de ex presidentes y ex ministros de Estado, empresarios y funcionarios públicos que trabajan facilitando la entrega del oro diseminado en los subsuelos de diferentes naciones a Barrick Gold. Así ha pasado por Norteamérica, África, Oceanía, Asia y Latinoamérica, dejando además de la tierra y el agua contaminada, una estela de sangre de las comunidades afectadas por sus proyectos, e incluso de sus propios trabajadores.
Están en el gobierno de Bachelet
En 1980 el dictador Augusto Pinochet se reunió con David Rockefeller. Casi tres décadas después, la Presidenta Michelle Bachelet cenó junto al magnate filántropo en Nueva York auspiciada por Barrick Gold y la Petrolera Chevron (aunque al revisar la página oficial hoy día, ya no aparece Barrick como auspiciadora). En esa comida de 2009 diversas transnacionales estuvieron presentes, ya que son las que intervienen en Latinoamérica y que están agrupadas en el Council of the Americas, donde a su vez está The Americas Society. En ambas, Rockefeller es el fundador y actual director Honorario, y dentro de los miembros de honor está el conocido George W. Landau, embajador de Estados Unidos en Chile entre 1977 y 1982.
Luego de que las organizaciones contrarias a Pascua Lama se enteraron de que Bachelet iría a recibir la Insignia de Oro a Nueva York, el mayor reconocimiento que entregan ambas instituciones, se supo que ya había asistido en 2005 antes de asumir. La investigación confirmó que todos los Presidentes posteriores a Pinochet conocieron a David Rockefeller.
Patricio Aylwin fue a Washington a condecorar al empresario norteamericano en 1993 entregándole la Orden Bernardo O’Higgins. Un año después, Eduardo Frei Ruiz-Tagle lo invitó a la asunción de la presidencia, momento en que el poderoso filántropo aprovechó para quedarse en el Encuentro de Empresarios del Mundo que organizaba el mismo gobierno. Asimismo, en 1999 el entonces candidato presidencial socialista Ricardo Lagos Escobar, presentó las principales líneas que iba a tener su próximo gobierno en Nueva York frente a connotados empresarios, entre ellos David Rockefeller y George Soros. El primer socialista que asumía la presidencia de Chile luego de Salvador Allende los tranquilizó diciendo que no modificaría el modelo económico impuesto en dictadura, y tal vez por eso mismo, es que el proyecto Pascua Lama se aprobó dos veces en ese gobierno (la primera a fines del 2001 y la segunda a un mes de dejar el gobierno en febrero de 2006).
Lo absurdo del oro
En Nueva York hubo protestas repudiando que Bachelet recibiera la Insignia de Oro mientras en Alto del Carmen, a lo largo del valle del Huasco y otras latitudes se lucha día a día para que no saquen ni un poco del oro de las entraña de América.
Eso es lo absurdo del oro. Mientras los de arriba miran más arriba porque brilla, la gente de la tierra mira el agua que brilla mucho más que el oro. Una condecoración amarra de por vida una relación entre transnacionales interesadas en invertir e intervenir la tierra y quienes tienen la llave para abrir esa posibilidad.
Para quienes sostienen la resistencia a Pascua Lama, ésta cobra más sentido cada minuto que avanza. Porque un minuto para la oposición a Pascua Lama es victoria, y uno para ellos es fracaso y deben reestructurar el plan. Un minuto contra Pascua Lama es gritar que la vida vale más que el agua y que confían en que la Marcha por la Vida saldrá mejor que la del año anterior.
Para ellos, un minuto de resistencia al lado del río basta para diferenciar la opción de vida y la de muerte, entre la tierra fértil y la usurpación. En un minuto se trabaja con lo que se tiene y no con lo que falta. Un minuto es sumarse a la voz de una mujer que toma el micrófono para preguntar con la sangre caliente mirando a los ojos al gobierno regional "¡por qué no escuchan el clamor del pueblo que grita queremos vida queremos agua! ¿Por qué no se dejan de una vez por todas de engañarnos? ¿Por qué no nos dicen la verdad de las cosas? ¿Por qué no nos acogen? ¡Somos nosotros los que elegimos a los políticos!, que cuando quieren un voto golpean nuestras puertas y cuando clamamos por el agua nos dan la espalda".
El avance transnacional minero transfronterizo
El año 2009 fue nefasto en el avance de la minería transnacional y transfronteriza de Barrick Gold en Chile y los cinco proyectos que ya se anuncian detrás de Pascua Lama en la frontera chilena-argentina: se habla de El Pachón, Amos Andrés, Las Flechas, Vicuña y Cerro Cuadrado. Los mineros y los gobiernos esperan inversiones alrededor de los ocho millones de dólares para la década del bicentenario chileno explotando, la mayoría, oro y cobre de la Cordillera de los Andes.
Esto además de los más de 30 mil millones de dólares que en los próximos cinco años se esperan invertir solo en Chile, según la última cuenta pública que entregó el ministro de Minería, Santiago González, donde aprovechó de insistir en que el proyecto Pascua Lama recibirá el apoyo del gobierno para que se explote cuanto antes.
Esa es la integración que las mandatarias de Chile y Argentina celebraron junto al Papa en el Vaticano, a 25 años de la casi guerra entre ambas naciones. "Integración para la destrucción", decía uno de los lienzos apostados delante de las dependencias del Nuncio Apostólico antes de que partiera a la tan ansiada reunión tripartita. Las organizaciones solicitaron al Papa Benedicto XVI revisar el tratado de Paz y Amistad firmado en los 80 debido a que los gobiernos presionados por las transnacionales mineras lo desvirtuaron para integrar la explotación de la cordillera.
La certeza pese a todo
Aun topándose con los camiones que transitan hacia el proyecto Pascua Lama por las noches en la pequeña localidad de Alto del Carmen a metros de las casas; aun con toda la estrategia comunicacional de Barrick y del gobierno de turno para crear el ambiente de que el proyecto se inicia sí o sí en la temporada 2009-2010 –casi diez años después de lo que el plan de Barrick decía-; a pesar de las reuniones sin previo aviso entre los gobiernos chileno y argentino para avanzar en los acuerdos binacionales y solucionarle los problemas tributarios a la transnacional; a pesar del gran poder que tiene la minera en manejar las políticas nacionales para su beneficio; a pesar de los diversos e innumerables acuerdos que Barrick ha firmado entre las diferentes reparticiones públicas y organizaciones sociales en la zona y en el país para lavarle la imagen a la minera más cuestionada en los últimos años en Chile; a pesar de todo, aún hay gente que sigue convencida en que el proyecto binacional no se llevará a cabo. Punto. Así de certero, como la certeza de la existencia de la Cordillera de los Andes.
Porque, aunque suene obvio, la cordillera en Chile es la certeza, la espalda que sostiene a América. Es la rabia que emerge por los volcanes y es el movimiento telúrico que cada cierto tiempo traga vidas humanas. Es la misma que regala vida desde los glaciares, la misma que ofrece los "ojos de agua", los "Bancos Perpetuos", y que comparte el calor, el viento y el frío más intensos jamás percibido.
Al despertar por las mañanas, la primera certeza es la Cordillera de los Andes. Ahí el cielo azulado se comienza a iluminar con los lejanos rayos del sol. Los rayos casi quiebran las rocas de las cumbres más altas del continente. Pareciera que el sol fuera a atravesar al macizo andino con sus rayos de energía milenaria.
La espalda de América recibe al sol cuando se apoya por las tardes en los inmensos cerros que pareciera que tocaran el cielo, mientras la luz se agota en el Océano Pacífico. También comparte los milenarios árboles verdes iluminándose con múltiples amarillos cuando comienza a tocar el horizonte... y aún después de irse entrega luz mientras el cielo se oscurece azuladamente en la profundidad del espacio infinito. Leer màs
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