La Ministra de Economía afirma durante la 7ª Ministerial de la OMC, que se celebra en Ginebra, que concluir la entrampada Ronda de Doha garantizaría la reactivación post-crisis de la economía mundial.
No obstante, aclara que el campo suizo cedió ya tanto cuando podía. Todo acuerdo de Doha será sometido a referéndum en Suiza, y los campesinos podrían echarlo abajo en casa.
Tras cuatro años sin reunirse en su totalidad, los 153 países de la Organización Mundial del Comercio (OMC) se dan cita en Ginebra desde el lunes (30.11) y hasta este miércoles para celebrar la séptima reunión ministerial de su historia.
Paradójicamente, justo cuando en la reunión en la que decidieron que la Ronda de Doha –su dolor de cabeza desde el 2001- quedara fuera de la orden del día, dicha negociación –cuya meta es liberalizar el comercio mundial-, se cuela como protagonista del encuentro.
Y en los albores de la recuperación económica internacional, el 2010 se perfila como el año en el que podría concluirse la accidentada negociación de la ronda iniciada en Doha (Qatar) en 2001.
Suiza, en su calidad de anfitriona, exhortó este martes (01.12) al resto de los miembros de la OMC a acercar posiciones y demostrar con hechos, y no con palabras, su voluntad política.
Referéndum, el límite
El mensaje de Suiza para el mundo en materia de comercio fue claro y directo.
Doris Leuthard, ministra de Economía, dijo a sus contrapartes este martes (01.12):
"Nuestra economía está abierta y es altamente exportadora, estamos a favor del desarrollo multilateral que promueve la OMC, especialmente ahora que la crisis nos ha recordado la importancia de trabajar de forma coordinada en el mundo".
Evitar el proteccionismo y mantener los mercados abiertos en la post-crisis es el mejor camino para entrar de lleno al crecimiento sostenido, dijo.
"Y concluir (la Ronda de Doha) sería la contribución más importante que podríamos hacer al mundo los países de la OMC. Nuestras naciones confían en que lo conseguiremos y también en que pronto habrá un acuerdo", agregó la Ministra.
No obstante, dejó claros los riesgos que el tema agrícola impone a Suiza.
Todo acuerdo final (de Doha), advirtió, será sometidos a un referéndum popular y los campesinos de casa podría vetarlo si consideran que fueron ignorados sus intereses. Y éste es un riesgo que Suiza no puede asumir.
Por ello pidió posiciones razonables y voluntad para alcanzarlas.
La posición del G-10
Durante la presente ministerial, Suiza representa los intereses del G-10, un bloque de economías en el que se encuentran también Japón, Liechtenstein y otros países considerados como importadores netos de productos agrícolas.
Doris Leuthard aprovechó el protagonismo que le dieron los trabajos del foro para expresar, posición que reiteró más tarde en una rueda de prensa, que el G-10 quiere avanzar, pero pide a sus contrapartes criterio en el tema agrícola.
Cabe recordar que el G-10 acepta sin tapujos que depende del exterior para abastecer su mercado interno porque está conformado por países que no logran producir los productos que consumen. Pero también cuentan con una base importante de campesinos a los que quieren proteger.
El G-10 pide el derecho a aplicar un arancel (superior al 10%) a sus productos "sensibles", es decir, aquellos que sean importados a sus mercados pero que también producen sus campesinos. Y la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, les piden bajar esa barrera a su mínima expresión.
El tiempo corre: Lamy
Pascal Lamy, Director General de la OMC, ha expresado de forma reiterada desde que inició la 7ª Ministerial de la OMC que "la hora de la verdad se aproxima y el tiempo no cesa de correr.
Frente a 2.700 delegados, 400 periodistas y miembros de unas 500 ONG, ha dejado claro que durante los últimos ocho años se han alcanzado acuerdos en 80% de los temas considerados por la Ronda de Doha.
El 20% depende exclusivamente de la voluntad política.
Una de las posiciones más aguardadas en Ginebra era la de Estados Unidos, país que se había mantenido ambiguo con respecto a la OMC desde que asumió la Presidencia Barack Obama.
El Ministro de comercio, Ron Kirk, despejó las incógnitas y dejó claro que su país "está listo y comprometido a concluir Doha, idealmente en 2010".
Las conclusiones de este miércoles (02.12) dejarán claro cuántas buenas intenciones se traducen en hechos.
Andrea Ornelas, swissinfo.ch
Keine Kommentare:
Kommentar veröffentlichen