Una réplica de 6,8 grados de magnitud hizo temblar nuevamente a Chile el viernes. Los temblores fueron registrados a las 6:19 (hora local), a 30 kilómetros de la ciudad de Concepción, una de las más afectadas por el terremoto del sábado pasado.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el foco de sismo estaba a 33 kilómetros debajo de la tierra. Las autoridades no han reportado fallecidos ni daños materiales.
Ayuda humanitaria
El primer avión ruso con ayuda humantaria llegó a Chile, devastado por el terremoto de 8,8 grados el 27 de febrero. El vuelo lleva 28 toneladas de carga, incluyendo tiendas de campaña, generadores eléctricos, mantas y alimentos.
En el aeropuerto de Santiago los tripulantes del IL 76 fueron recibidos por el ministro de Defensa Civil de Chile, Francisco Vidal, que agradeció la llegada de ayuda y destacó la utilidad de las carpas fabricadas para resistir el invierno ruso.
Vidal explicó que pudo comprobar que el avión “viene cargado con dos o tres grandes grupos electrógenos, además de un sistema de carpas hechas para resistir el invierno ruso”, señalando que "si están hechas para eso, imagínense lo que nos ayudarán a nosotros".
El político aseguró que los productos suministrados desde Moscú “permitirán paliar en parte las necesidades de centenares de miles o millones de chilenos que están sufriendo".
Vidal recordó las aportaciones de los países vecinos, como Argentina, Bolivia y Perú, diciendo que “no nos queda más que agradecer. Porque estas son muestras concretas de solidaridad ante lo que estamos viviendo".
Mientras tanto, ya se inició la descarga de la ayuda humanitaria proveniente de Rusia y en los próximos días será distribuida entre los damnificados de las regiones del Maule y Biobío, las más afectadas por el terremoto.
El 4 de marzo un segundo avión ruso salió en dirección a la capital chilena. El vuelo lleva a bordo toneladas de comestibles, generadores eléctricos y ayuda para las operaciones de rescate.
A su vez, los políticos de otros países que se encontraban en Chile el día del sismo, tratan de ayudar desde el lugar de la tragedia.
El ministro de Relaciones Exteriores de Abjasia, Maxím Gvindzhiya, que encabeza la delegación abjasa en una gira por América Latina que pretende ampliar relaciones políticas y económicas con los países de la región, llegó a la capital chilena el 26 de febrero. Explica que fue a Santiago para encontrarse con unos representantes de la cancillería chilena. “Planeamos pasar acá unas horas, pero nos tuvimos que quedar varios días por lo ocurrido,” dice el diplomático.
Agregó que estos días estaba tratando de recaudar ayuda para entregarla a los habitantes de una ciudad cercana, que resultó muy afectada por el sismo. Según Gvindzhiya, la delegación de Abjasia compró en un supermercado tiendas de campaña y sacos de dormir.
Hasta el día de ayer la cantidad de víctimas mortales se estimaba en 802 personas. Pero según el Gobierno chileno, esta cifra era “confusa”, ya que incluía a las personas desaparecidas en un primer momento, considerándolas como muertas. Por esta razón, las autoridades rectificaron el número de fallecidos a 279 identificados.
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